La belleza compulsiva
En las sociedades capitalistas actuales, la publicidad ejerce una dictadura sobre la conducta, tanto consumidora como estética del ciudadano y ha creado un hábito cultural que sin hacer ruido, se ha instalado en el subconsciente colectivo, generando deseos de poder llegar a ser los protagonistas de los anuncios: en esos guapos/as, famosos/as que parecen venir del mundo perfecto y que estimulan al consumismo. Estos anuncios, sobre todo los que están en torno a la moda, hacen referencia directa a lo bello estereotipado tomando forma de deseo que en nuestra sociedad se ha convertido en la raíz principal de modelos, iniciativas y pautas a imitar.
Una publicidad agresiva
Toda la belleza que rodea a la publicidad es una realidad engañosa y afecta directamente a los ciudadanos (anolexia, bulimia, vigorexia, etc.). Toda ésta es tan solo una parte del binomio formado por su opuesto, lo feo, lo bizarro… Este proyecto parte de la premisa de que dentro de todo lo hermoso anida un abismo. Detrás de la máxima belleza, está siempre la potencia del horror, lo feo acecha siempre a lo sublime, así que lo monstruoso sería algo así como la otra cara de lo aceptable.
Lo diferente como único
De esta manera se revela la parte maldita del discurso de la humanidad, como ese “sobrante”, ese exceso del que no se sabe qué hacer. Este serie de fotografías manipuladas sobre las propias revistas de moda intenta mostrar lo diferente como parte inseparable de la propia vida, lo que se ve a diario, lo diferente como síntoma privilegiado del individuo.
Exposición “Publicidad Engañosa”
Esta exposición tuvo lugar en la Fábrica de Licors en Palma de Mallorca un espacio en el que se expusieron las revistas originales intervenidas, para poder entender el concepto general del proyecto.
Cyro García 